Los procedimientos de evaluación, tienen como base la realización de un proceso de evaluación continua del desarrollo de toda la materia a lo largo del curso, por lo que es fundamental la recogida de una serie de datos e informes. Para esta labor vamos a valorar los siguientes tipos de trabajos e intervenciones de cada alumno:
a) Evaluación cero, inicial o diagnóstica:
Se realiza antes de empezar el proceso de enseñanza-aprendizaje, con el propósito de verificar el nivel de preparación de los alumnos para enfrentarse a los objetivos que se espera que logren.
b) Observaciones en el aula:
-Resolución de las actividades propuestas.
-Participación del alumno resolviendo o planteando cuestiones.
- Actitud: atención e interés del alumno.
b) Trabajos planteados:
-Trabajos individuales o en grupo: ejercicios, murales, trabajos bibliográficos, trabajos utilizando nuevas tecnologías, trabajos posteriores a excursiones o salidas, etc.
c) Autoevaluación por unidades: ejercicios propuestos por el profesor para valorar los conocimientos adquiridos en cada unidad. Se planteará actividades interactivas de las diferentes unidades.
d) Pruebas escritas: en la que el alumno podrá demostrar su capacidad de comprensión, de aplicación de los conocimientos, de análisis y síntesis. Se realizarán una o dos por evaluación.
El profesor contará con el siguiente material para recoger toda la información anterior:
CRITERIOS DE CALIFICACIÓN:
65% Pruebas escritas
20% Prácticas.
15% Trabajos, actividades, exposiciones orales.
Son de aplicación todas las normas desarrolladas en el apartado 14.1: Consideraciones generales sobre las pruebas de evaluación.